Mervin Márquez conoció el fracaso antes de dar con Don Pan Chile, una panadería y pastelería en Santiago que no para de crecer con base en productos que saben a Venezuela. El ingeniero mecánico zuliano aspira a convertir su emprendimiento en la franquicia de panaderías más grande del país austral.
Desde una humilde casa ubicada en Zenteno #1202, Santiago Centro, en 2019, nació el primer local de uno de los emprendimientos venezolanos más queridos, reconocidos y exitosos en Chile: Don Pan Chile (@DonPanChile), panadería y pastelería que hoy cuenta con dos fábricas, 12 sucursales abiertas y tres más por inaugurarse en la Región Metropolitana de Santiago de Chile.
Su fundador y actual gerente general es Mervin Márquez, ingeniero mecánico zuliano, quien emigró en 2016 con su esposa luego de trabajar con la trasnacional Schlumberger, cementando pozos petroleros por todo el país, y que conoció el fracaso antes de dar de forma casi que casual con la tecla de un negocio verdaderamente productivo.
Mervin perdió casi todos sus ahorros, equivalentes a 12.000 dólares, poco después de arribar a la capital chilena. Lo hizo tras invertir ese dinero, sin el mayor análisis, en inflables chinos que no tuvieron la demanda que esperaba y luego tuvo que bajar las santamarías de su primer emprendimiento American BBQ, un food truck de comida americana. Además, lo despidieron sin mayores argumentos en dos oportunidades y lo persiguieron y detuvieron por vender plátanos en una esquina. Levantarse no fue nada fácil, pero lo hizo.
“Creo que mi mayor currículo lo hacen mis fracasos. No se imaginan cuantas veces he fracasado intentando llegar a mis metas, y sin embargo, acá sigo luchando por alcanzarlas. El camino del emprendimiento se trata de luchar sin cansancio hasta lograrlo. No importa cuánto cueste”, reflexiona.
El despegue
Su historia como empresario exitoso comenzó tras participar en un curso de Christian Galué Baker, consultor en panadería, mejor conocido como “Pancasero”. Lo increíble es como Mervin, quien no tenía idea de quién era Christian, recibió la oportunidad de formar parte de aquella actividad.
“Una amiga de mi esposa era quien estaba organizando el curso y se le cayó la persona que le iba a hacer los almuerzos. Entonces ella me llama y ofrece un intercambio: que yo hiciera los almuerzos y podía participar en el curso. En ese momento yo no tenía el dinero para pagarlo y acepté. Hice el curso con Christian y me quedó la idea del negocio de la panadería porque aquí en ese momento no había ninguna”, detalla.
Sus inicios fueron con pan dulce, pese a que sabía que no era muy reconocido en Chile. Así, entre ensayo y error, con el apoyo de su esposa en esos días embarazada, fue mejorando la receta que aprendió. “En ese salón de clases en que se convirtió nuestro día a día, perfeccionamos nuestra idea inicial y creamos nuevos productos para satisfacer las expectativas de nuestros clientes”, sostiene.
Eran tiempos en los cuales Márquez despachaba sus productos en una bicicleta pedaleada por el mismo luego de caminar a diario por meses desde el Metro de Santa Isabel hasta la Avenida Manuel Rodríguez. Sin embargo, en 2020, en plena pandemia, abrió su segunda tienda y desde entonces no deja de crecer con base en productos que saben a lo mejor de Venezuela.
Hoy cuentan con una línea de producción que contiene pan dulce, pan francés, pan de queso, pan de perro caliente, pan de hamburguesa, pan de guayaba, pan campesino, pan andino, cachitos, tostaditas dulces y saladas, quesadillas, cachitos, postres y tortas.
Gracias a esa experiencia positiva, nació la Escuela Don Pan, desde donde Mervin brinda asesorías integrales a emprendedores y ayuda a consolidarlos con una visión global.
Es tanto su éxito que en mayo de 2021, y tras aprobar varias inspecciones del Ministerio del Trabajo, Mervin fue invitado por el presidente Sebastián Piñera, a una actividad en La Moneda por el Día del Trabajador y en representación de los emprendedores de Chile.
Y esta es parte de su reflexión al referirse a su franquicia. “Mucha gente dice: ¿Cómo crecen tan rápido? Bueno, haciendo las cosas bien. Chile es un país que tiene muchasventajas para las personas que se formalizan. Esperamos consolidarnos pronto como la franquicia de panaderías más grande de todo Chile. Esa es la meta. No nos enfrascamos en diferencias con emprendedores venezolanos del ramo. Queremos ser un Castaño, un San Camilo (…) mientras en Don Pan producimos una tonelada de pan al día y la vendemos en las 12 sucursales, Wall Mart vende en una sola tienda 10 toneladas. Nuestra competencia es con los grandes. Soñamos con tener tiendas en todo el mundo”.
Por @CronicasDeChile