El 4 de diciembre de 2000, la Asamblea General, teniendo en cuenta el gran y creciente número de migrantes en el mundo, proclamó el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante (A/RES/55/93). Ese día, en 1990, la Asamblea aprobó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (A/RES/45/158).
La migración es un fenómeno mundial impulsado por muchas fuerzas. Estas comienzan con aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. La decisión de salir de casa es siempre extrema y, con demasiada frecuencia, el comienzo de un viaje peligroso, a veces con un final fatal.
La UNESCO está actuando para promover los compromisos relacionados con la migración del Programa de Desarrollo Sostenible para 2030. Esto comienza con la educación, promoviendo el acceso a una educación de calidad para los refugiados sirios y facilitando el reconocimiento de los diplomas y títulos de educación.
A través de nuestra Coalición Internacional de Ciudades Inclusivas y Sostenibles, promovemos un enfoque de bienvenida hacia los migrantes a nivel local. Estamos reforzando las capacidades de los periodistas para abordar las narrativas negativas y poner de relieve las historias de los migrantes. La UNESCO está profundamente comprometida con los asociados de las Naciones Unidas, a través del Grupo Mundial sobre Migración, en la elaboración de un pacto mundial para una migración más segura, ordenada y regular.
La Agenda 2030 promete no dejar a nadie atrás – esto debe incluir a todos los migrantes. Proteger sus derechos y su dignidad significa responder a las necesidades humanitarias y promover el desarrollo sostenible. Fundamentalmente, se trata de defender nuestra humanidad común a través de la solidaridad en la acción.
Por: UNESCO