Son muchas las leyendas que se tejen alrededor de los inicios de culto a la Virgen del Socavón, uno de los relatos cuenta que un famoso bandido denominado Anselmo Berlamino, apodado “Nina Nina” queriéndose casar con una hermosa joven, hija de un ilustre comerciante y atacado por este ante la huida de su hija con el maleante le hiere de muerte. Nina Nina se caracterizaba por ser fiel devoto de una imagen de la Candelaria, pintada sobre un mural de adobe el cual a nadie le llamaba la atención.
El bandido aseguró a su párroco que una bella mujer, la Virgen de la Candelaria, lo había dirigido magistralmente al hospital y que le había hablado al oído; precisamente en las puertas del templo reza la siguiente inscripción; “tu que gimes en la vida de crimen, sin embargo, puedes salvarte, ven y postérnate a los pies de la Virgen a llorar tus pecados”
Otra de las leyendas mezcla la mitología indígena con la fe católica, la cual tiene que ver con los inicios del carnaval de Oruro. Wari el dios del mal decide enviar fuertes castigos a los habitantes de esas tierras, los Urus, los cuales se arrepentían de los pecados cometidos e inducidos por Wari. La furia de Wari fue tal ante los conversos que les envió plagas para que se acabaran con ellos; una gigantesca serpiente, un sapo gigantesco, una plaga de hormigas hambrientas y un monstruoso lagarto. Ante el clamor de los Urus apareció desde el cielo una hermosa mujer (Bella Ñusta) quien derroto a Wari.
La hermosa mujer dice la historia sería la Virgen del Socavón, la cual se plasmó sobre una pared de adobe, donde desde esos tiempos ha sido venerada. Por su parte Wari fue desterrado a las profundidades de las tierras, de ahí que los mineros ante el miedo y la zozobra que les produce, se encomienden a la Virgen del Socavón para que les proteja y les defienda.
Todas estas leyendas hacen parte de la tradición no solo de la fe católica, sino también de los inicios de los carnavales de Oruro, la muestra folklórica más grande de Bolivia y que se celebra el miércoles antes del inicio de la cuaresma.
Es posible que la devoción de la Virgen de la Candelaria haya llegado con los padres Agustinianos, especialmente de aquellos que llegaron de las islas Canarias, donde hay una fuerte tradición mariana y donde se venera desde el siglo XI.
Afirman los expertos que la imagen que se halla en una pared y restaurada hacia 1990, es un milagro y proeza ya que una pintura de la virgen hecha sobre una superficie tan brusca como lo es el adobe, se haya conservado en tan buen estado.
Comparsas, música, bailes, mascaras, representaciones artísticas relucen en las calles de Oruro; allí todo gira en torno a la “mamita de Oruro”, la cual sigue cuidando a sus hijos a donde quiera que vayan. Su fiesta fue reconocida como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” por la Unesco.
En Chile sus fieles devotamente celebran su fiesta en la eucaristía los 2 de febrero de cada año, demostrando que la fe y las devociones son parte integral de los cristianos, y mas de aquellos que ante la migración deben también migrar con sus tradiciones.
FUENTE: Devociones Migrantes en Chile. Arzobispado de Santiago, Departamento de Movilidad Humana.