VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE

La aparición de la Virgen de la Caridad se da, posiblemente, entre los años del 1603 y 1605 y es hallada por tres humildes jóvenes, dos aborígenes y un esclavo, los cuales salieron en una barca a un salar cercano de nombre Cayo Francés, cerca de a desembocadura de un río.
Se extrañaron al ver flotando sobre una tabla en las aguas del mar una figura de gran tamaño, curiosos por lo que sería aquello que les llamó la atención, decidieron acercarse para recoger la figura. En la tabla sobre la que iba la imagen afirmaba una descripción; “Yo soy la Virgen de la Caridad”; y lo más singular del hallazgo fueron sus ropas, las cuales ante la intensidad del oleaje no se encontraban mojadas y estaban en perfecto estado.
Llevaron la imagen al poblado donde ellos residían en hato Barajagua y construyeron y construyeron un rustico altar donde colocaron la imagen. La noticia de la aparición se promulgó a lo largo de la isla llegando a oídos del administrador de la mina quien quiso construir una ermita y quien envió una lampara en cobre para que siempre ardiera al lado de la Virgen.
Con el tiempo el cura de la parroquia cercana junto con el administrador Real de Minas, pidió a una comisión trasladaran la imagen de la Virgen en anda hasta el Cobre, en donde sobre una colina se le construyó su santuario y es allí donde ha estado. El nombre de la virgen de la Caridad del Cobre hace referencia estrictamente al lugar donde se venera, el cual poseía grandes minas a cielo abierto de cobre.
El Papa Benedicto XV declara a la Virgen Patrona de Cuba y el Papa Pío XI autorizó la coronación canónica de la sagrada imagen. Es en la mañana del 20 de diciembre de 1936, cuando se realizó la coronación por el entonces obispo de Santiago de Cuba, Monseñor Valentín Zubizarreta. Su fiesta se celebra el 8 de septiembre, y miles de cubanos van en peregrinación hasta su templo llevándole ofrendas y rindiendo homenaje a la Madre del pueblo Cubano.
La comunidad cubana en Chile ha venido en aumento en los últimos años, y Chile se convierte en el fin de un recorrido que hacen desde Cuba, pasando por Panamá, Colombia, Ecuador, Perú hasta llegar a tierras chilenas. Durante las fiestas a la Caridad del Cobre sus fieles se reúnen para rendirle homenaje con ofrendas típicas, bailes y una rica y variada gastronomía.