La Pastoral de Movilidad Humana con su labor al frente del Ropero, asiste la necesidad de vestidos abrigos y calzados a chilenos y migrantes en situación de vulnerabilidad.

       Una importante labor de asistencia a familias chilenas de escasos recursos y migrantes ha sido cumplida por el Ropero de la parroquia Santa Rita de Casia de la comuna La Reina, ubicada en la avenida Larraìn, así lo manifestó la señora Patricia Jaimes, quien conjuntamente con un grupo de damas colaboradoras realiza esta actividad.

     Agregó la señora Jaimes que “a medida que ha aumentado en la comuna la presencia de personas migrantes, las solicitudes de dotación de vestidos, calzado, abrigos y frazadas se ha incrementado, tarea que hemos cumplido cabalmente de acuerdo a las orientaciones parroquiales en los últimos dos años.

      Destacó que sólo el año pasado atendieron pedidos de más de 200 personas entre chilenos y migrantes a los que también se les suministró otros rubros como juguetes, utensilios del hogar, muebles, camas, colchones y medicinas.

       “En la emergencia planteada por la pandemia del Coronavirus- dijo- con la autorización del padre Esteban Medina, trasladamos a mi residencia el ropero y desde allí hemos prestado ayuda a unas 20 personas entre adultos y niños, aparte de haber suministrado 300 kilogramos de ropa a las fundaciones Regazo de las Hermanas Vicente de Paul de Macul; Madre Josefa de Migrantes y Hogar de Ancianos de la Reina.

  Añadió que fue muy importante y oportuna la ayuda prestada a los migrantes venezolanos, colombianos y bolivianos que, instalados a la intemperie frente a las sedes diplomáticas de sus naciones, reclamaban el regreso a sus patrias, a quienes dotamos de ropa, abrigos y frazadas.

    Finalmente resaltó la labor de las personas que durante todo este tiempo se han dedicado a organizar, lavar, surcir, planchar y clasificar la ropa y  otros enseres, para que en condiciones dignas lleguen a manos de quienes la requieren.