“Chile Te Recibe” cuenta la historia de seis estudiantes que llegaron desde Bolivia, Colombia, Brasil, México y Palestina para adaptarse no sólo a la cultura de un nuevo país, sino también al sistema educativo.

Escrito por: Camila Londoño

marzo 14, 2018

“Chile te recibe” cuenta la historia de Elizabeth, de Joao, de Joel, de Yoselin, de Maya y de Majd. Todos ellos tienen algo en común: dejaron sus países y llegaron a Chile para comenzar una nueva vida, donde han tenido que adaptarse no sólo a las costumbres y el idioma, sino también a un nuevo sistema escolar. Viajaron desde Bolivia, Brasil, México y Palestina y en este documental creado por el Ministerio de Educación, cuentan cómo ha sido su experiencia y su proceso de integración y adaptación en diversos establecimientos educativos del país.

Junto a sus familias, comparten cómo y por qué llegaron a este país, cómo se han sentido, qué ha sido lo más difícil, qué es lo que más han disfrutado y cuáles son aquellas cosas que más rescatan de su experiencia en la escuela y en el país. Cosas como el apoyo de los docentes y la comunidad educativa, más algunos beneficios estatales son algunos de los factores que los estudiantes rescatan en sus relatos.

En el documental se menciona que la Ley general de Educación establece que niños, niñas y jóvenes extranjeros tienen los mismos derechos educacionales que los estudiantes chilenos, en igualdad de condiciones, independiente de su nacionalidad, origen o situación migratoria”, hecho que ha permitido que jóvenes como Elizabeth, Joao, Joel, Yoselin, Maya y Majd se integren en un sistema que poco a poco se ha ido adaptando a un fenómeno que es mundial: la migración.

Un ambiente seguro y basado en los diversos intereses de los estudiantes chilenos y extranjeros es parte del objetivo al que deben apuntar todos los establecimientos educativos que hoy se preparan para abrir espacios que sean realmente diversos, multiculturales e interculturales. Espacios que valoran a estudiantes como aquellos que en “Chile te recibe” se animaron a contar sus historias y su experiencia con el aprendizaje:

Elizabeth Grandón, México

Elizabeth Grandón llegó hace un año de Puebla, México. Tiene 17 años y actualmente vive en Quillota, donde cursa tercero medio. Aunque extraña a sus amigos y a su familia se ha podido adaptar bien en el país y en la escuela. Lo que más le costó fue el español chileno pues a pesar de hablar la misma lengua, le frustraba no poder entender lo que decían. Por su parte, el padre de Elizabeth cree que su hija está aprendiendo desde sus intereses, desde la creatividad y en un espacio seguro que le ha permitido crecer poco a poco.

Joao Augusto de Oliveira y su hermano Joel, Brasil

Joao es el hermano mayor y estudia derecho en Valparaíso gracias a la beca Juan Gómez Millas para extranjeros. Joao vive en Machalí junto a su hermano menor Joel, quien cursa cuarto medio y sueña con convertirse en basquetbolista. Aunque no estaba dentro de los planes de la familia llegar a Chile, ambos han podido adaptarse desarrollándose en las áreas que más les interesa. Joao en la educación superior y Joel en la escuela, haciendo lo que más le gusta, deporte.

Yoselin Gonzales, Bolivia

Yoselin Gonzales vive hace cinco años en Antofagasta con su familia. Ahora estudia obstetricia y puericultura en esa ciudad. Aunque llegar a Chile no fue fácil, los padres de esta joven han hecho todo para que ella pueda ser profesional. La madre de Yoselin no tuvo esta oportunidad y por eso ha luchado mucho para apoyar a su hija. Aunque acceder a la educación superior no fue nada fácil, esta joven logró hacerlo con el apoyo no sólo de su familia, sino también el de sus profesores quienes según cuenta, creyeron completamente en ella y su talento.

Maya y Majd Abdi, Palestina

La familia de los mellizos Maya y Majd huyó de Siria por la guerra. Han estado en diversas partes del mundo, pero ahora, finalmente viven tranquilos en Chile (Quilicura). Y aunque no ha sido fácil dejar su tierra por el conflicto bélico, han encontrado en este país posibilidades de desarrollo. Maya y Majd han podido aprender español y avanzar en la escuela gracias al apoyo de sus profesores. Además, hoy tiene la posibilidad de acceder a beneficios como “Me conecto para aprender”, un programa que busca entregar un computador portátil a cada estudiante de 7º básico en todos los establecimientos públicos del país.

Sin duda, el fenómeno de la migración está provocando una reestructuración de los establecimientos educacionales y de la familia que migra. Se trata de un proceso incipiente que generará nuevos desafíos para los docentes, directores, estudiantes, padres y apoderados. ¿Quiénes son estos nuevos alumnos?, ¿en qué condiciones se están integrando al sistema?, ¿qué apoyo se requiere para favorecer su integración?, ¿cómo apoyamos a aquellos docentes que tendrán el desafío de enseñar, incluso a estudiantes que no hablan su mismo idioma? Estas son algunas de las preguntas que debemos responder si deseamos avanzar hacia una educación de calidad que logre desplegar las capacidades de TODOS los estudiantes.